El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, anunció que el Gobierno emitirá un Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) para modificar la “Ley de Semillas”: un nuevo guiño para Monsanto y las multinacionales del agro.
Según lo estipulado, se fijará, por decreto, que “todos los pagos por derecho de propiedad deben realizarse en la semilla, además de crear un registro de uso propio que determinará qué porción de la semilla no fiscalizada es de uso propio y qué porción corresponde al comercio de ‘bolsa blanca”.
Vale la pena recordar que la “bolsa blanca” – la venta de las semillas de soja como grano por parte de productores – “ya es ilegal con la actual Ley de Semillas y fue la herramienta con la que ilegalmente se logró expandir la soja transgénica a partir de 1996”.
De esta manera, y sin cumplir los debidos procesos democráticos, el Gobierno Nacional intenta fijar los pagos por derechos de propiedad en la semilla y crear un registro de uso propio con una excusa burda – y ya utilizada -.
Organizaciones sociales, políticas y medioambientales; junto a campesinos y pequeños y medianos productores vienen advirtiendo desde 2012 los peligros en torno a una “nueva Ley de Semillas” hecha a pedido de las transnacionales del agro.
El Gob modifica, vía decreto, la ley de semillas. “Otro acto hecho a la medida de las grandes corporaciones del agro” http://t.co/lWizlaXTkT
— Dario Aranda (@ArandaDario) Mayo 20, 2015
Desde la página “Acciones Biodiversidad” advirtieron que “estos ‘eventos biotecnológicos’ sobre los que estas empresas reclaman derechos de propiedad, son una apropiación de los saberes ancestrales que provienen de 10.000 años de agricultura”.
Y agregaron: “Es importante remarcar que la semilla de soja transgénica que originó la disputa es el primer eslabón de un modelo agrícola que está teniendo dramáticas consecuencias socio-ambientales a partir de la imposición del paquete tecnológico de empresas como Monsanto: drástica disminución de la biodiversidad, desertificación de nuestros suelos, contaminación de suelos y acuíferos con pesticidas, aumento de enfermedades letales en las poblaciones que conviven con las plantaciones y los silos, expulsión de la población rural de sus territorios”.