Tras el temporal, todavía hay miles de evacuados en las provincias de Córdoba, Santiago del Estero y Santa Fé: hay barrios enteros destruidos y lugares sin acceso.
Las consecuencias de la sojización del agro argentino y el voraz extractivismo de las últimas décadas estallaron – una vez más – frente a los ojos de millones de personas: luego del temporal y las lluvias que azotaron la regiones de Córdoba, Santa Fé y Santiago del Estero; miles de personas debieron ser evacuadas de sus casas.
El desborde de los ríos y los diques terminaron por inundar barrios enteros y destruir casas y puentes. Hay accesos cortados y pérdidas millonarias.
Idiazábal es, hoy por hoy, la localidad cordobesa que condensa el drama: tras el temporal, se quedó sin habitantes y completamente bajo el agua. Solo un 10% de los 1.700 habitantes se quedaron para intentar ayudar con provisiones y rescatando animales.
“Estimamos alrededor de 1600 evacuados. Hay mucha gente que regresó a sus viviendas pero se sumaron de otras localidades”, aseveró el ministro de Acción Social provincial, Daniel Passerini,
Mientras tanto, continúa la búsqueda de un hombre desaparecido el martes – José Daniel Avila, trabajador rural de 46 años – luego de caer con su caballo a un canal y ser arrastrado por la corriente en un campo de la zona rural de “El Fortín”, en el Departamento San Justo.
En Santa Fé, por otra parte, la situación no se volvió tan grave como la de Córdoba pero no deja de ser crítica.
Las lluvias que sacudieron a la provincia provocaron el anegamiento de varios barrios, la suspensión del dictado de clases, de la actividad pública y privada, y la restricción de la circulación del transporte. Pese a que lentamente la situación se fue normalizado, todavía hay 121 personas evacuadas.
La conexión vial directa entre Santa Fe y Rosario continúa interrumpida, al igual que la autopista a la altura de Coronda. El tránsito en la ruta nacional 11, a la altura de esa misma localidad, también se encuentra imposibilitada.
En Santiago del Estero, los pueblos de Bandera y Los Juríes – cerca del límite con Santa Fe – son los más afectados. Los evacuados son ya más de 3.200, según informaron oficialmente.
En la capital santiagueña, en tanto, está vigente el alerta por desborde del río Dulce, que corre a pocos kilómetros de allí.
