En las últimas horas fallecieron dos nenes por cuadros asociados a la desnutrición. Ya son cuatro los casos en Salta en lo que va del 2015. En enero, Néstor Femenía murió por la misma causa en el Chaco.
Una vez más la desnutrición se vuelve noticia: en lo que va del 2015, cuatro niños murieron a causa de enfermedades asociadas al hambre en Salta.
En los últimos días, dos chiquitos de dos y tres años murieron por severos cuadros de desnutrición en Rivadavia Banda Norte; tal cual informa el diario El Tribuno. La nueva secretaria de Nutrición, Gladys Pernas, debió reconocer los hechos el mismo día en que asumió el cargo.
El pasado 6 de febrero, en el hospital de Santa Victoria Este, murió Mauricio Lucas, un niño wichi de La Puntana. Mauricio tenía dos años, pesaba 7,7 kilos y tenía una talla 80 centímetros.
El 8 de febrero se produjo el deceso de Samuel Jaimez, un niño aborigen de tan sólo tres años. Samuel vivía en Pozo “El Bravo”, pesaba 10,8 kilos y medía 97 centímetros. Luego de dar varias vueltas, la funcionaria Pernas terminó por reconocer que el niño tenía “un bajo peso leve”.
Tan sólo tomando en cuenta los casos comprobados y que han trascendido, podemos sumarle a la cifra de cuatro niños fallecidos en 2015 la muerte de Néstor Femenía, de siete años y miembro de la comunidad Qom.
Femenía murió el pasado 6 de enero en el Chaco por un cuadro de tuberculosis y desnutrición: en ese entonces, Capitanich calificó el suceso como “un hecho aislado”.
Más allá de la grave y notoria crisis nutricional y social, estos casos dejan traslucir la letal combinación que tiene la desidia política para con los más necesitados y la cada vez más marcada persecusión, discriminación y exclusión de los pueblos originarios a lo largo y a lo ancho del país.
Por las armas, las enfermedades o por el hambre, de lo que se trata es de dejarlos morir.