Por un lado pasaron a disposición a el custodio mas cercano del fallecido fiscal y por otro lado Maximiliano Rusconi, abogado defensor de Lagomarsino dijo que quiere “mostrar” que es “un muchacho que no puede creer lo que le está pasado”. También realizaron una nueva pericia al arma encontrada al lado del cuerpo.
El custodio mas cercano
El suboficial Rubén Benítez, el único agente que entró al departamento del fiscal Alberto Nisman el fin de semana antes de su muerte, fue pasado a disponibilidad.
Benítez era el más antiguo de los suboficiales que integraban la custodia del fiscal, a quien conocía desde hacía más de 10 años. Según se supo, comenzó a trabajar con Nisman en 1999.
Benítez se suma a Armando Niz y a Luis Miño, quienes también quedaron “provisoriamente afuera de la fuerza” hasta que se esclarezca si cumplieron con su deber en las horas previas a la muerte del fiscal.
La situación de Lagomarsino
Por otra parte hoy fue una jornada importante dado que el abogado Maximiliano Rusconi, de Diego Lagomarsino el amigo que le presto el arma a Nisman, rompió el silencio y respondió las acusaciones hechas el lunes por cadena nacional.
“Voy a sugerir que Cristina Fernández y Aníbal Fernández, ya que tienen tanta información, se presenten como testigos”, dijo esta mañana.
“Es un testigo que ha demostrado una voluntad muy férrea de colaborar con la justicia”, y agrego que la situación que vive su defendido es “inaudita” e insistió en que “los acercamientos al proceso penal fueron por voluntad de él”.
Nueva pericia a arma allana al costado del cuerpo
Fuentes cercanas a la causa penal por “muerte por causa dudosa”, dijeron que la “contraprueba” fue ordenada para obtener mayor certeza sobre las causas de la inexistencia de rastros de pólvora en la mano derecha de fiscal.
Los instructores del sumario por la muerte del fiscal Alberto Nisman aguardan los resultados de una nueva pericia sobre la pistola Bersa calibre 22, hallada hace nueve días junto al cadáver en el piso 13 del edificio Le Parc, en la zona de Puerto Madero, de la ciudad de Buenos Aires.
Ese estudio, realizado por personal de la Asesoría Pericial de La Plata, de la Suprema Corte Bonaerense, arrojó que en la mano derecha del fallecido fiscal (la que habría accionado la pistola) había partículas insuficientes como para concluir sobre la presencia de pólvora.
Una de las hipótesis es que, en caso que el arma haya sido apoyada, la deflagración de pólvora fue “cerrada” y no impregnó el dorso de la mano o lo hizo de forma insuficiente para que los expertos pudieran obtener datos para el avance de la pesquisa.
Por eso, la fiscal Viviana Fein, que interviene la investigación sobre la muerte, instó la realización de la “contraprueba” para que se vuelva a disparar el arma, tarea que se encomendó a otros expertos.