El servicio de la línea C del subterráneo, que une las cabeceras de Retiro y Constitución, quedó paralizada alrededor de las diez de la mañana por conflictos gremiales.
Según Enrique Rosito, vocero de los metrodelegados, la decisión fue tomada tras la agresión a un guarda y un conductor en las estaciones San Martín y Diagonal Norte.
A partir de ese momento, la línea C quedó paralizada mientras los trabajadores toman una resolución en asamblea.
La concesionaria del subte, Metrovías, calificó por su parte de “sorpresiva” la medida y señaló que “lamenta los inconvenientes que esta medida de fuerza sorpresiva e injustificada genera a los miles de usuarios que utilizan la Línea C para trasladarse por la Ciudad”.