Ocho años después de la tragedia, la Cámara de Rafaela declaró prescripta la causa por la tragedia del Colegio Ecos. “Nos produce indignación, asco”, aseguró Sergio Lewin, padre de una de las víctimas.
El 9 de octubre de 2006, un micro en el que viajaban los alumnos del colegio ECOS, de Villa Crespo, chocó contra un camión fuera de control en la ruta nacional 11, cerca de Margaritas, a 200 kilómetros de Santa Fe.
Los estudiantes regresaban de Chaco, adonde había concurrido para realizar tareas solidarias en una escuela rural: nueve alumnos y una docente murieron en el accidente. También perdió la vida el conductor del camión, que estaba alcoholizado.
Ocho años después, la Cámara de Rafaela determinó que la causa contra Oscar Atamañuk, el chofer del micro en el que viajaban los chicos, quede prescripta.
“Tengo asco, indignación, tristeza por esto que pasó. Pasaron años y años. Declararon prescripta la causa, pero no lo vamos a aceptar y vamos a apelarlo en la Corte de Santa Fe”, aseguró Sergio Lewin, padre de una de las víctimas y titular de la ONG “Conduciendo a Conciencia”.
“Esto nos produce indignación, asco, no murió nadie, nadie manejó mal y los chicos siguen vivos, según la Cámara de Rafaela. La Justicia de Santa Fe es una porquería. Atamañuk está habilitado ahora legalmente para volver a manejar, pero siempre manejó: maneja remís y kartings, y tiene contactos con el intendente de Monte Caseros, donde vive”, denunció.