El Instituo Félix Bernasconi, emplazado en el barrio de Parque de los Patricios, condensa gran parte de los problemas nodales de la educación pública porteña: falta de vacantes y crisis edicilia. Al recurso de las “aulas container” o “aulas modulares”, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le agregó otro: las “aulas durlock”.
La falta de miles de vacantes a casi dos semanas del inicio de las clases es la cara visible de una de las mayores crisis del sistema de educación público porteño. El fallido sistema de inscripción online impulsado por el macrismo – que descencadenó una ola de protestas y denuncias entre docentes, padres, organizaciones sociales y legisladores de la oposición – se reveló un instrumento ineficaz para ordenar la ya de por sí irregular inscripción de los niños a las escuelas públicas.
El recurso de la construcción de “aulas modulares” o “aulas container” – de 7 metros de largo por 8 de ancho y una altura que va desde los 2 a los 4 metros, asentadas sobre bases de madera u hormigón y con paredes de chapa galvanizada recubierta de PVC – sobre el cual echó mano el Gobierno de la Ciudad no deja de ser un fiel exponente de los problemas edilicios que sufre la educación pública sino que, también, de la desigual distribución de los recursos: la mayor parte de de estas “nuevas” aulas serán construidas en el sur de la Capital Federal.
La tradicional escuela del barrio de Parque de los Patricios, declarada Monumento Histórico en 2009 y que alberga diez instituciones distintas de nivel inicial, primario, programa Fines, Escuela de Coro y Orquesta, de Natación y talleres de diferentes especialidades; ve día a día como sus pasillos se pueblan de cubículos de durlock con la pretensión de alojar más alumnos en espacios más reducidos.
“En algunos de sus pasillos, puntualmente en planta baja y en el tercer piso, donde funcionan las escuelas 1 y 2 de nivel primario jornada completa, se están construyendo aulas de durlock, algunas de dimensiones muy reducidas, para responder al excedente de matrícula que se produjo a partir de la inscripción online”, aseguran los “Padres del Bernasconi” que a través de Facebook convocaron un abrazo al Instituto programado para este viernes a las 10 de la mañana.
En este sentido, los padres consideran que los planes del gobierno porteño implican “alterar espacios de circulación y evacuación como son ciertos pasillos del Instituto, proveerles un espacio de aprendizaje muy reducido a 120 alumnos aproximadamente y, sobre todas las cosas, generar una lucha entre familias y una precarización absoluta de la educación pública”.
Como si esto fuera poco, la construcción de las “aulas durlock”, además de ser precarias, son ilegales: desde que en 2009 el Poder Ejecutivo declaró al Instituto Bernasconi como Monumento Histórico que no se pueden realizar modificaciones edilicias sin la autorización de la Comisión Nacional de Museos históricos.