El Gobierno de la Ciudad echó mano a las “aulas modulares” o “container” para paliar la falta de vacantes en las escuelas públicas de la Capital Federal. Hasta el momento, compraron 31 aulas. Padres del Colegio Bernasconi, de Parque Patricios, denuncian la colocación de paredes de durlock para transformarlas en aulas.
Cada vez más cerca del inicio del ciclo lectivo y con miles de chicos todavía sin obtener un lugar en la escuela por la falta de vacantes, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires echó mano al recurso de las “aulas modulares” o “container” para paliar el problema.
El anuncio de la “inauguración” o “re-inauguración” de nuevas escuelas esconde, en realidad, la llegada de estas construcciones prefabricadas de 7 metros de largo por 8 metros de ancho que pueden albergar, según el Reglamento Escolar, veintidós alumnos del nivel primario o hasta diez niños si se trata de menores de tres años.
A pesar de que el ministro de Educación, Esteban Bullrich, había asegurado que las “aulas modulares” posibilitarían “que este año los hijos de más de dos mil familias puedan iniciar el ciclo lectivo”; el número de aulas comprado hasta el momento por el gobierno porteño – 31 – dista mucho de poder albergar esa cantidad de alumnos.
Teniendo ello en cuenta, padres del Colegio Bernasconi – ubicado en Parque de los Patricios – denunciaron la colocación de paredes de durlock en los pasillos del establecimiento para que funcionen como aulas.