El presidente de Francia, François Hollande, esquivó las preguntas en torno a su infidelidad con la actriz Julie Gayet y anunció un “pacto de responsabilidad” de corte liberal y con una marcada disminución del gasto público.
En medio del escándalo de infidelidad, mentiras, y desconfianza que envuelve a Francois Hollande, la esperada conferencia de prensa despertaba un renovado interés en los periodistas y, especialmente, en la misma sociedad francesa. Sin embargo, con una vaga promesa de “aclarar la situación” y el anuncio de varias políticas explícitamente de corte liberal, el presidente puso patas arriba a buena parte de la opinión pública.
Según Hollande, no era algo deseado ni algo que él hubiera podido elegir, en referencia al hecho de tener que recortar los gastos del Estado para favorecer a las más grandes empresas del país; sin embargo fue lo que hizo. Bajo la denominación de “pacto de responsabilidad” o “compromiso social”; presentó un plan de acción que favorece absolutamente a los empresarios: reducción de costos de mano de obra mediante la eliminación de las cotizaciones familiares, disminución del gasto público, una nueva reforma del Estado y simplificación de la política impositiva. Todas políticas de estricto corte liberal; un paso al costado de su autoproclamado “socialismo francés”.
Los medios franceses se hicieron eco del nuevo rumbo dejando en un segundo plano los affaires del presidente. Para Le Nouvel Observateur, “antes se trataba de redistribuir para reactivar la producción. Esta vez se ayuda a la producción, o sea, a las empresas privadas, para redistribuir más tarde”. Por su parte, el diario Libération, puso en tapa un juego de palabras: “Hollande Libére”, en referencia a la palabra en francés “liberer” que significa liberar o dejar libre, y “liberale”, que remite a defender el libre mercado.
Sin embargo, si hubo alguien que se animó a preguntar por el escándalo de infidelidad que envuelve al presidente. Sin referirse a su amante, la actriz Julie Gayet, un periodista preguntó: “¿Sigue siendo Valérie Trierweiler la primera dama de Francia?”. Hollande, con tranquilidad, respondió que estaban viviendo “momentos difíciles y dolorosos”, prometiendo dar explicaciones antes del próximo 11 de febrero, cuando viajará a Washington. Mientras tanto, Trierweiler continúa internada en un hospital parisino por un cuadro de “depresión severa”, diagnosticada tras enterarse del affaire.