Tras la resolución 1657 del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, decenas de trabajadores del SAME fueron despedidos o vieron reducidos sus salarios a casi la mitad. La Justicia dictó una medida cautelar pero la situación no se modificó ni se reabrieron los programas de salud.
El pasado 31 de octubre, el Ministerio de Salud porteño decretó la resolución 1657 mediante el cual se reducen las suplencias de guardias de todos los hospitales, centros de salud y programas del SAME. Desde ese momento, y con un recorte de salarios que alcanzan el 42% para la mayoría de los profesionales, la mitad de los pediatras que trabajan en esos programas fueron despedidos o forzados a renunciar.
Debido a esto, se desmantelaron los programas “Pediatría en casa” – que atiende telefónicamente urgencias pediátricas desde el 2000 -, el “Programa de Atención Domiciliaria de Urgencias (PADU) – que asiste cualquier necesidad pediátrica que no necesite ambulancia de emergencia para los colegios – y el programa “Buenos Aires Presente” – que asiste a niños y adultos en situación de calle -.
Sin embargo, hace unos días atrás, la Jueza Patricia López Vergara, del juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad, dictaminó una medida cautelar para la resolución 1627. A pesar de ello, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires hizo oídos sordos y no modificó la situación de los empleados ni programas.
“El Gobierno porteño no reincorpora a los compañeros despedidos por la normativa ni reestablece los programas que se recortaron, como los del SAME y también los relacionados con la prevención de la violencia de género”, sostuvo Laura Schagrodsky, delegada del SAME y una de las trabajadoras despedidas. “Sin argumentación nos quitaron las planillas de presentismo, por lo que parece que estamos virtualmente despedidos”.