El equipo de Pizzi se consagró campeón como visitante en Liniers y sin público a favor. Sin embargo, tuvo su propia fiesta: festejó en San Juan y Boedo en medio de una marea de hinchas de San Lorenzo. 

San Juan Y bOEDO

El “Porque este año desde Boedo salió el nuevo campeón” resuena todavía en las calles porteñas. A San Lorenzo le costó. Dependiendo en las últimas fechas de sí mismo, no hizo más que depender de los demás. Como una fiel muestra de ello, se consagró campeón del torneo tras empatar sin goles, de visitante, ante Vélez Sarsfield y gracias al empate en Rosario entre el local y Lanús.

La presión era mucha y se hizo sentir en el último tramo del torneo, especialmente luego de la final de Copa Argentina frustrada por Arsenal de Sarandí. Pero nada de eso importa ya: el equipo de Boedo logró un título local después de seis temporadas y puede gritar campeón.

CASLA I

“Vení, vení /cantá conmigo /que un amigo vas a encontrar /que de la mano /de Juan Antonio /todos la vuelta vamos a dar”, coreaban todos al unísono mientras se acercaban los protagonistas a la intersección de San Juan y Boedo. La dirigencia había pedido el día anterior que todo se resuelva en paz y así fue: San Lorenzo tuvo su festejo, en medio de una marea de hinchas, con los jugadores, dirigentes y cuerpo técnico.

Comentarios

comentarios