El Tribunal Oral Federal n°1 de San Martín estableció cinco condenas y dos absoluciones por el secuestro y desaparición del dirigente montonero Roberto Quieto y la apropiación de dos menores. El ex presidente de facto, Reynaldo Bignone, fue sentenciado a 23 años de prisión.
El Tribunal Oral Federal N° 1 de San Martín condenó por delitos de lesa humanidad al ex comandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros, a 25 años y seis meses de prisión; al ex presidente de facto Reynaldo Bignone, a 23 años de prisión por el secuestro y desaparición del dirigente montonero Roberto Quieto y la apropiación de dos niños, Gabriel Matías Cevasco y Martín Amarilla, hoy nietos restituidos. También fueron condenados los apropiadores Aída Blandina Pizzoni a 5 años y seis meses de prisión; Roberto Duarte a 5 años y Margarita Noemí Fernández a 5 años. Los civiles Liliana Àlvarez, Alicia Rodríguez y Jorge Buffe fueron absueltos.
“Estoy conforme con la decisión del tribunal, que dio lo que habíamos pedido para Riveros y también satisfecho por cómo se desarrolló el juicio”, aseguró Guido Quieto a Infojus Noticias. “Lamentablemente, el juicio tardó mucho. Pasaron muchas cosas en el medio y el ministro del Interior, Albano Harguindeguy se murió antes del juicio oral”, agregó.
Los casos:
- Por testimonios de su familia, se sabe que Roberto Quieto fue secuestrado por una patota militar el anochecer del 28 de diciembre de 1975 en una playa de Martínez, donde había ido a pasar el día con su familia. Tiempo después fue visto en el centro clandestino “El Campito”, que funcionó en la guarnición Militar de Campo de Mayo.
- El otro nieto recuperado, Martín, hijo de Guillermo Amarilla y Marcela Molfino, dos militantes montoneros secuestrados durante la contraofensiva que permanecen desaparecidos. Fue apropiado por un agente de inteligencia del Ejército y recuperó su identidad en 2009.
- El juicio también investigó la apropiación de Gabriel, que tenía tres meses cuando fue secuestrado por una patota militar junto a su mamá, el 11 de enero de 1977 en San Martín. A los siete años, las personas que lo criaron le contaron que era adoptado. Cevasco declaró que durante su adolescencia sospechó que podía ser hijo de desaparecidos. En el año 2000 se hizo un examen de ADN y por el resultado se supo que era hijo de Enrique Horacio Cevasco y María Delia Leiva.
Fuente: Infojus Noticias