Todas las agencias públicas del país, desde la NASA a la Casa Blanca han comenzado a poner en práctica los planes por el cierre del Gobierno. 800.000 empleados han sido suspendidos temporalmente y las principales atracciones turísticas están cerradas. Continuá la parálisis en Estados Unidos.
Absolutamente todas las agencias públicas de Estados Unidos, desde el Departamento de Defensa, la NASA, los museos públicos, los parques nacionales, los centros de investigación, la Casa Blanca y el Capitolio, han tenido que poner en práctica los planes para hacer frente al cierre del Gobierno. Las oficinas, monumentos y atracciones turísticas nacionales, que incluyen la Estatua de la Libertad en Nueva York, la isla de Alcatraz en San Francisco y el monumento a Lincoln en Washington, se encuentran con carteles y avisos de “Cerrado por el cierre del Gobierno”.
Aproximadamente 800.000 empleados del sector público y que trabajan en la administración norteamericana han sido suspendidos temporalmente. Los empleados federales cuyos servicios no se consideran esenciales recibieron a lo largo del lunes un correo electrónico o una llamada telefónica en la que se les indicaba que deberían quedarse en sus casas hasta que el Congreso llegue a un acuerdo sobre el presupuesto. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se dirigió a ellos el martes en una carta en la que les agradecía su labor y su sacrificio a lo largo de estos meses, en los que también han sufrido los recortes de recorte drástico en el gasto público
Luego de varias reuniones truncadas, el Partido Republicano continuá condicionando la extensión del presupuesto para reabrir los servicios públicos federales, así como también la elevación del techo de deuda para evitar la suspensión de pagos. Lo que buscan es que el presidente haga concesiones en retrasar o rebajar los objetivos de su reforma sanitaria (denominada “Obamacare” por la oposición), algo a lo que Barack Obama se niega rotundamente.
El Gobierno está agotando el último dinero del que dispone para pagar las cuentas, pero se quedará sin recursos a mediados de octubre si el Congreso no le permita elevar su techo de endeudamiento; la crisis política norteamericana se agrava mientras el “shutodown” se hace sentir.
