Egipto esta viviendo una intensa ola de violencia y represión , las cifras de muertos asciende a 525 y mas de 3.717 heridos seguidores del presidente Mohamed Mursi en Egipto. Por lo tanto el gobierno calificó como “acciones criminales” los ataques contra iglesias cristianas coptas.
Según el último balance oficial, la represión ha causado 525 muertes entre ellos, 43 policías y casi 3.000 personas heridas en todo el país. Los Hermanos Musulmanes elevan la cifra de muertos a 4.500.
El portavoz Mohamed Fath-Allah, del Ministerio de Sanidad, informó que el mayor número de fallecidos en El Cairo se registró en el campamento de los islamistas en la plaza Rabaa al Adaweya, donde ya murieron 202 personas, el número de muertos en el resto de provincias se mantiene casi igual.
Las fuerzas de seguridad atacaron con balas de plomo y produjeron varios incendios que aún perduran varios focos por lo que muchas personas murieron incineradas.
En el día de ayer las autoridades decretaron estado de emergencia durante un mes y el toque de queda por la noche tras la violencia que se extendió por todo el país, desde las siete de la tarde a seis de la mañana, en once provincias, incluidas las principales ciudades, para tratar de contener la violencia. Esta medida estuvo vigente durante tres décadas en la dictadura de Hosni Mubarak y fue levantado en mayo de 2012.
También se dio curso a la ley de emergencia donde la policía tiene la capacidad legal de detener a los ciudadanos sospechosos de ser alborotadores sin necesidad de contar con una orden judicial.
Esta mañana el poder Ejecutivo interino ha ordenado el cierre “por tiempo indefinido” del puesto fronterizo de Rafá, el único acceso a la franja de Gaza no controlado por Israel.
Por tal motivo los Hermanos Musulmanes hicieron llamamientos a sus partidarios para que salieran a las calles de Egipto, lo que llevó a diferentes choques con las fuerzas del orden y opositores al depuesto mandatario.Esto generó ademas ataques contra al menos tres iglesias de cristianos coptos.
Con todas estas medidas se busca suprimir las constantes protestas de los seguidores de Mursi, que desde el 3 de julio vienen manifestando contra el golpe de Estado.