Personas sin techo, inmigrantes , trabajadoras sexuales y usuarios de drogas,  son los destinatarios de las pruebas compulsivas de VIH que la policía griega está autorizada a realizar.  El gobierno permitió la publicacion de fotografías y datos de personas seropositivas en la web policial y en medios de comunicación por “emergencia sanitaria” además de mantenerlas  presas varios meses.  Fuerte repudio de Organizaciones y Grupos internacionales de Derechos Humanos por esta grave situación

Como una peculiar política preventiva del gobierno griego, se realizan pruebas compulsivas de VIH solo a algunos grupos que el gobierno griego determina como “de riesgo”. El decreto rescatado por el ministro de Sanidad, Adonis Georgiadis N 39A sobre “restricción de la transmisión de enfermedades infectocontagiosas” otorga a la policía  griega el poder detener en forma  arbitraria a cualquier persona para someterla a pruebas de detección o control obligatorias.

Los recortes en prevención y la reducción a la mitad en los centros de tratamiento han aumentado un 200% desde 2011 la transmisión del virus, entre otras infecciones. Este es  un decreto que “viola los derechos humanos, estigmatiza los grupos vulnerables y resulta contraproducente para la protección de la salud pública” expresó la ONG Human Rights Watch (HRW).

A pesar de que la detención por motivos de salud pública está permitido en ciertas circunstancias, las personas no deben ser detenidos exclusivamente para llevar a cabo procedimientos médicos forzados, incluida la prueba del VIH dice un informe de HRW. En mayo de 2012, La Asociación Griega de Personas que Viven con el VIH, y el Grupo Europeo de Tratamiento del SIDA, enviaron una carta al relator especial de la ONU en salud acerca de las prácticas abusivas en Grecia con respecto a la salud pública. Los temas incluyen la detención, persecución penal y las pruebas obligatorias del VIH a trabajadoras /es sexuales y la ley vigente que prevé la detención administrativa y la prueba médica obligatoria de los migrantes y solicitantes de asilo.

“No sólo es un atentado contra los derechos humanos, lo peor es que no hay ningún dato médico que demuestre la eficacia de prácticas semejantes”, explica por teléfono Zoe Mavrudi, autora del documental Ruinas: crónica de la caza de brujas del VIH, sobre las detenciones de prostitutas de 2012 al diario El país de España: “El aumento de los casos de VIH no se puede atajar con medidas represivas ni policiales, esto no va a beneficiar a nadie. Los datos de Keelpno (Centro Griego para la Prevención y Control de Infecciones, que depende del Ministerio de Sanidad) muestran que tras las primeras detenciones no se redujo el número de casos y sí al contrario, y muy negativamente, la confianza en los trabajadores sanitarios de los potenciales afectados.

Decir que los inmigrantes son peligrosos por motivos de salud es algo que no aparece en ningún documento de ninguna organización internacional”, concluye Mavrudi, para quien la motivación es claramente política y “demuestra la derechización del Gobierno”.

Esta derechización se sostiene en el  concepto de salvar al verdadero “griego” con todo lo que eso implica. El partido Aurora Dorada, que apoya abiertamente políticas filonazis, fue votado por el 50% de los policías griegos .La situación, por supuesto, abre terribles perspectivas, especialmente para el objetivo oficial de los políticos nazis: los inmigrantes.

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