La Cámara de Apelaciones de Nueva York rechazó doce apelaciones por parte de la Argentina, pero no tienen ningún efecto sobre el desenlace del juicio contra los fondos buitre. No hay fallo de fondo en la causa de los holdouts.
La Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York rechazó en el día de ayer doce apelaciones contra el fallo que emitió el 26 de octubre el juez federal Thomas Griesa, que exige que Argentina le pague u$s1.330 millones a los holdouts, lo que representa el 100% de la deuda que el país tiene con esos bonistas desde la cesación de pagos de 2001. Sin embargo, la desestimación de estas apelaciones no tienen efectos sobre el juicio, ya que consisten en una mera “cuestión administrativa”, al continuar en pie la medida cautelar por la que se tendrá que expedir la Corte.
En este sentido, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, aclaró que “nada ha cambiado” respecto a la defensa que realiza el Gobierno ante el litigio que lleva adelante con los acreedores que no ingresaron a los canjes del 2005 y 2010. Asimismo, aseguró que la decisión de ayer “no fue de los jueces”. “Fue un secretario administrativo, simplemente dijo que como la cuestión de fondo está en la Corte, todas las apelaciones se dieron de baja; una cuestión estrictamente administrativa, es un emprolijamiento del expediente, en nada modifica la situación”, concluyó.
La definición más importante es la que gira en torno a la medida cautelar, que litiga sobre la presunta violación, por parte de la Argentina, de la cláusula pari passu (tratamiento igualitario con los acreedores). Esta medida sigue vigente y es sobre la que la Corte debe expedirse de fondo, ya que definiría si se le debe pagar a los fondos buitre o holdouts el total de lo que piden y de qué manera.
Mientras se espera que la Corte de Nueva York se expida en los próximos días; el equipo económico argentino se encuentra a la espera de que la Suprema Corte de Estados Unidos acepte tomar el caso.