Miami Heats venció a los Spurs en la prórroga en un partido histórico. Fue por 103 a 100, con actuaciones brillantes de Tim Duncan y LeBron James. El jueves, el partido definitivo.

Parecía que Miami Heats se iba a llevar puesto a los Spurs en el sexto partido de la serie final de la NBA. La visita arrancó bastante imprecisa, con un Ginóbili tibio y un Parker sin las luces que lo caracterizan. Pero en el segundo cuarto apareció el distinto, Tim Duncan, para cerrar la primera mitad del partido con 25 puntos, exactamente la misma cantidad que el resto de sus compañeros juntos. De esta manera, los Spurs se iban arriba al entretiempo.

El tercer cuarto fue un quiebre en el marcador por parte de los Spurs. A pesar de que se cargó rápidamente de faltas, Parker tuvo más presencia en sus tiros y estiró la ventaja con el local. San Antonio Spurs se fue al último cuarto con 10 puntos de ventaja sobre Miami (75- 65) y a 12 minutos de conseguir el anillo.

Pero Miami salió con todo y a base de triples comenzó a descontarle puntos a los Spurs que, a diferencia de los otros cuartos, no pudieron sostener la eficacia bajo el aro. Y la increíble tapa de LeBron James a Duncan y el doble posterior para el empate fueron una muestra de lo que se venía: se despertó el gigante. Con Green fallando uno tras otro los tiros de tres, Miami Heats se puso arriba en el marcador, algo no muy frecuente en el partido.

A tres minutos del final, Duncan falló un tiro desde abajo del aro, y todo parecía perdido. Pero apareció Parker con un gran triple y un doble para poner nuevamente en ventaja por dos a los Spurs, a falta de un minuto para el final. Y si hacía falta, luego del minuto pedido por el entrenador de los Miami Heats, una pérdida de Lebron James, una corrida de Parker y los tiros libres de Manu Ginóbili pusieron a los Spurs con cinco puntos de ventaja a falta de menos de treinta segundos.

Pero a LeBron James no hay que darlo por muerto, y menos con su equipo al borde del precipicio: erró el triple en un primer momento, pero luego del rebote, intentó nuevamente y convirtió. Ahora los Spurs ganaban por dos con veinte segundos por jugar. Kawhai Leonard tenía la responsabilidad de marcar los dos tiros libres, con sus 21 años, y metió sólo un punto. Con diferencia de tres y cada vez menos segundos en el reloj, LeBron James intentó otro triple pero falló; aún así, Allen tomó el rebote y metió el suyo. El partido estaba ahora empatado con cinco segundos en el reloj y los Spurs tenían la posesión: Parker se hizo cargo pero su tiro nunca llegó al aro. El sexto partido de la final se iba a la prórroga.

Rápidamente se puso Miami en ventaja y la mantuvo, por un punto, a lo largo del tiempo extra. A falta de diez segundos, Ginóbili tuvo en sus manos la posibilidad de llevarse otro anillo de la NBA para Texas; pero el bahiense al intentar la penetración sufrió una falta, no cobrada por el árbitro. El marcador quedó después 103 a 100 a favor de Miami, con la posesión de los Spurs a falta de un segundo. Pero la defensa de los Heats tapó el remate y la serie final quedó empatada.

El jueves será el último y séptimo partido de la final entre San Antonio Spurs y Miami Heats en el Miami Airlines Arena; quien gane será el campeón de la NBA.

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