Varias ciudades de Brasil frenaron los aumentos que originaron tantas manifestaciones. En la noche de ayer un grupo de jóvenes atacó la alcaldía de San Pablo, que también analiza bajar las tarifas.
En varias ciudades se llevó a cabo una manifestación que convocó a más de 50.000 jóvenes, en las principales avenidas paulistas. Un grupo sitió y atacó el edificio de la intendencia, en el Centro Viejo de la ciudad. Las tropas policiales que custodiaban el edificio debieron replegarse al interior, para evitar que ingresaran los manifestantes y así evitar la represión.
Luego de todos los incidentes donde los manifestantes rompieron y pintaron diferentes muros edificios históricos hallados en el centro paulistano, además algunos comercios en el centro de San Pablo fueron saqueados.
Los manifestantes demandaban la presencia del intendente Fernando Haddad. Pero el mismo se encontraba reunido con la presidenta Dilma Rousseff y el ex jefe de Estado Lula da Silva, donde uno de los temas era la suspensión de subas las de las tarifas. Por otra parte otras cinco intendencias como las de: de Porto Alegre , Blumenau, Recife, Cuiabá y Joao Pessoa confirmaron la decisión de eliminar los aumentos.
A su vez el Palacio del Planalto demandó al Senado federal por la rápida votación de un proyecto que permitirá reducir drásticamente el precio del boleto. Establece la eliminación de cargas tributarias que pesan sobre el transporte público y a la vez demanda a los gobiernos de los estados provinciales que procedan a desgravar los impuestos estaduales.
Según la ministra del gobierno de Dilma, Gleisi Hoffmann, los boletos de los ómnibus podrán bajar hasta el 7,23% y en Can Pablo esto permitiría dar de baja los 20 centavos que estuvieron en el origen de las seis grandes movilizaciones ciudadanas.
Pero más allá de que se haya anunciado el freno en los aumentos las protestas continúan en casi todos los grandes centros urbanos donde revela que hay otras causas como la división que existe entre los partidos políticos tradicionales, los legisladores, los gobiernos y los masivos movimientos juveniles.