Diputados de la oposición fueron duramente golpeados en el Parlamento Venezolano, por diputados oficialistas. Hubo una votación además, para quitarle la palabra por no reconocer a Maduro como presidente. Ante los hechos de violencia, el actual mandatario pidió que no se repitan.
Este último martes se agregó un capítulo más al clima de tensión y violencia que vive Venezuela desde que el presidente Nicolás Maduro le ganara las elecciones por menos del 2% de diferencia a Hernán Capriles.
Todo comenzó cuando la mayoría oficialista de la Asamblea votó a favor de quitarle el derecho de palabra a los diputados opositores, quienes aún se niegan a reconocer a Maduro como legítimo presidente de Venezuela. “Se intentó establcer un mecanismo de concordia y sosiego dentro del Parlamento, pidíendosele a la oposición reaccionaria que reconociera a Maduro en virtud del artículo 131 de la Constitución”, señaló el diputado chavista Pedro Carreño.
Luego de la votación, se escucharon silbidos, gritos e insultos de los opositores que estaban en contra de la medida. Incluso desplegaron una pancarta en donde se leía “Golpe al Parlamento”. En ese instante, la transmisión diaria que se hace desde la Asamblea por un canal estatal dejó de salir al aire, y algunos diputados del oficialismo comenzaron a golpear salvajemente a los diputados opositores.
“Hay que responsabilizar directamente al señor Diosdado Cabello (presidente del Parlamento) que encarna el odio, la represión, el fachismo (del) que el quiere acusar al resto del país”, indicó Jorge Borges, diputado de la oposición que salió fuertemente golpeado. Asimismo, acusó al presidente del Parlamento de permitir “gente armada dentro del hemiciclo, con guardaespaldas”.
Horas más tarde, el Presidente Nicolás Maduro, desaprobó de plano los hechos sucedidos en el Parlamento: “Eso que sucedió hoy en la Asamblea Nacional…No estamos de acuerdo con la violencia. Hubo una sampablera ahí, nos cuentan que, y sabíamos que, la oposición venía a provocar violencia y hubo un cruce muy fuerte de manos, eso no debe de repetirse”.
“Tenemos que buscar la paz, la convivencia, el respeto (…) La tolerancia infinita a las ideas. Tolerancia a la forma de pensar distinto, a la forma de actuar”, añadió.
El clima político y social venezolano no parece aquietarse, a pesar de que ya han pasado varios días de la elección. La oposición se niega aún a reconocer a Maduro e, incluso, advirtió que probablemente vaya a impugnar las elecciones. Hernán Capriles avisó también que reclamará a distintos organismos internacionales, envalentonado por la aún negativa estadounidense de reconocer al presidente venezolano.
Por su parte, el oficialismo, que continúa envuelto en el proceso de reorganización interna del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y de su nueva correlación de fuerzas, no encuentra aún una total legitimidad en la población venezolana. Aproximadamente diez muertes de militantes chavistas se han sucedido desde que Maduro ganó la elección y el clima de violencia, tanto verbal como física, no parece que vaya a terminar rápidamente.