Por primera vez en la historia de España, el desempleo sube a un poco más de seis millones de parados. En Madrid, la plataforma ¡En Pie! prepara un asedio al Congreso. El Movimiento de Indignados no acompaña la protesta
Desde que se desató el punto álgido de la crisis hacia principios de 2008, España cuenta con cuatro millones más de parados; habiendo subido la tasa de desempleo alrededor de 20 puntos en estos cinco años. En un año han desaparecido 384.500 puestos de trabajo fijos.
Esta semana, las cifras dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) traslucieron en números el crudo de la realidad española: el número de personas que pese a estar en edad y disposición de trabajar no encuentran empleo es de, al menos, 6.202.700. El pico máximo registrado en toda la historia de España.
Casi dos millones de hogares tienen a todos sus miembros sin trabajo; y un millón y medio de personas cobran ya la prestación de nivel asistencial de 426 euros al mes, prestación que se cobra sólo cuando ya se ha agotado el subsidio al desempleo.
Para los jóvenes los números son áun peores. Según cifras de la EPA (Encuesta de Población Activa), sólo trabajan 4 de cada 10 jóvenes; situación que se agrava más con los que no poseen ningún tipo de estudios y con los extranjeros.
En este contexto de crisis y desempleo estructural, sumado a los continuos recortes del gobierno de Mariano Rajoy; la plataforma ¡En Pie! ha anunciado para este 25 de abril una manifestación cuya funcion es asediar el Congreso de los Diputados “en manada, como leones” hasta conseguir “la caída del régimen y la apertura de un proceso de transición hacia un nuevo modelo”. Asimismo, en su llamamiento, remarcan la necesidad y la intención de concentrarse en las inmediaciones del Congreso de forma indefinida “hasta que dimita el Rey, el Gobierno en pleno y se disuelvan las Cortes”.
Por su parte, los representantes del Partido Popular (PP) que encabeza el jefe del ejecutivo Mariano Rajoy, han manifestado su completo rechazo a las movilizaciones de hoy, resaltando su carácter inaceptable e ilegal. Carlos Floriano, vicesecretario de organización del PP, acusó a los manifestantes pertenecientes, según él, a “la izquierda radical y minoritaria” de atacar a las instituciones democráticas.
Sin embargo, también los partidos de izquierda y los movimientos asociados al 15-M se han desvinculado de la convocatoria realizada por ¡En Pie!. La izquierda parlamentaria, representada por Izquierda Unida (IU) y el PCE avisaron que, a diferencia de otras convocatorias, no se presentarán en la movilización de hoy debido al “claro cariz violento” de la misma. “Nosotros pedimos la dimisión del Gobierno y la convocatoria de nuevas elecciones porque el PP ha incumplido su programa, pero siempre de forma pacífica“, remarcaron. Por otra parte, los colectivos y movimientos ligados al 15-M echaron por tierra la posibilidad de participar en el “asedio al Congreso” ya que, para ellos, el carácter cerrado al diálogo y los métodos de lucha elegidos por la Plataforma contradicen “los principios de horizontalidad, participación y apertura que caracterizan el movimiento”.
Mientras tanto, en la puerta del Congreso español, 1.400 agentes antidisturbios se encuentran formados para impedir las acciones de la protesta que; en su último comunicado, adivirtió que “los rodeados y bloqueados serán ellos”, haciendo referencia a las fuerzas policiales. Su idea es transgredir el cordón policial y poner banderas en todo el Congreso con la consigna “¡Congreso liberado!”; sin embargo, aclararon, que su idea no es entrar dentro ya que “pondría en peligro gratuitamente la vida de personas sin que fuera beneficioso de cara a la consecución de los objetivos”.