Hoy sigue el debate de tres proyectos de ley para la reforma judicial que ya tienen media sanción en Senadores. Según el oficialismo, Cristina Kirchner dió la orden de habilitar cambios en los proyectos, luego de recibir un escrito de jueces federales y una conversación con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.

 

Pasadas las once de la mañana de ayer, comenzó a discutirse en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia de Diputados tres de las seis reformas judiciales impulsadas hace dos semanas por el oficialismo y que ya cuentan con media sanción de Senadores: la creación de tres nuevas Cámaras de Casación, la limitación de las medidas cautelares y la elección por voto popular de los miembros del Consejo de la Magistratura.

Julián Dominguez, titular de la Cámara de Diputados, señaló antes de que comienzen a sesionar que “la semana pasada hubo un intercambio y una conversación entre Lorenzetti y Cristina, donde el presidente de la corte le transmite las sugerencias y las observaciones del Poder Judicial, y la señora presidente le dijo que se comprometía que el bloque le iba a dar tratamiento al debate”; confirmado así lo que más temprano había adelantado el jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, quién comunico que la mirada de la Corte Suprema le parecía pertinente y que estarían “en condiciones de producir algunas modificaciones en el proyecto de ley del Consejo de la Magistratura”. Dando casi por entendido que no se tocarían los otros dos proyectos de ley.

La diputada oficialista Diana Conti fue la primera en hacer referencia al escrito que le habría acercado Ricardo Lorenzetti a la presidenta Cristina Kirchner y que habría desencadenado la orden y el compromiso por parte de la mandataria de permitir ciertas modificaciones; tal como había sucedido en Senadores con las críticas del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) la semana pasada. Asimismo, advirtió que en el escrito, los magistrados hacen saber que “de sancionarse alguna de las normas puede producirse una verdadera paralización del Poder Judicial”.

Por la oposición, Julio Piumato prosiguió con sus críticas esbozadas la semana pasada y, sin hacer referencia a la carta de los jueces, aseveró que a pesar de que “en la publicidad de los proyectos dicen que quieren una Justicia ágil. (…) agregan una instancia más a los procesos”. 

El representante del Cippec, Fernando Straface, saludó la propuesta sobre la modernización y democratización de la Justicia pero condenó el cierre del debate por parte del oficialismo.

Mientras tanto, frente al Congreso Nacional, la UCR, el PRO, el FAP, Unión Por Todos, Unidad Popular, el Peronismo Federal y la Coalición Cívica montaron una carpa (denominada “Carpa por la Justicia Independiente”); que estará durante dos días y, según su comunicado, se erige en oposición “al proyecto kirchnerista que intenta cambiar “Estructuras de fondo de la República y llevar a la politización extrema de la Justicia”.

Por el momento, el oficialismo aceptó dos cambios en el proyecto vinculado al Consejo de la Magistratura: acepta que el presupuesto del Poder Judicial sea administrado por la Corte Suprema, al mismo tiempo que admite que los secretarios de los juzgados sean designados sin concurso.

Todas las modificaciones que se le hagan a los proyectos, tanto en Diputados como en Senadores, deberán volver a pasar por la Cámara en donde han recibido media sanción.

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