En día de ayer se llevo adelante la tercera marcha contra el Gobierno y sus políticas oficiales, la misma tuvo mayor convocatoria que el 8N. Uno de los reclamos fue contra la reforma judicial. La participación democrática que permitió esta masiva exposición de reclamos fue con la total garantía para ejercer el derecho a la libre expresión.
Según cifras del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño fueron un millón de personas las reunidas con pancartas y banderas en diferentes puntos. Los lugares con mayor convocatoria fueron: la Plaza de Mayo, el Obelisco, la Plaza de Los Dos Congresos, Diagonal Norte, Avenida de Mayo y 9 de Julio, Santa Fé y Callao, Callao y Corrientes, Callao y Córdoba, Belgrano y 9 de Julio, Santa Fé y Pueyrredón, Cabildo y Juramento, y Acoyte y Rivadavia. También se hizo sentir en el interior del país como Salta, Santa Fe y Córdoba.
Si bien el objetivo central era reclamar sobre la reforma Judicial también se sumaron otras protestas contra la inseguridad, la corrupción, la reforma constitucional y también las jubilaciones fueron las principales banderas del cacerolazo.
En línea general la marcha se realizo pacíficamente aunque se registraron algunos incidentes en La Plata donde intentaron derribar las vallas frente a la Municipalidad, el reclamo principal para ellos era las inundaciones.
Sin duda las redes sociales explotaron con esta convocatoria, donde también se sumaron casi todos los partidos de la oposición y marcharon junto a los manifestantes, entre ellos se vieron a el radical Ricardo Alfonsín, el legislador del PRO Sergio Bergman, el piquetero Raúl Castells o el sindicalista Gerónimo Banegas, entre otros.
Sin duda fue una convocatoria masiva que aún se desconoce las repercusiones pero lo que si dejó en claro que la gente quiere que se la escuche aunque es importante recordar que este masiva