De la mano de “Charly” Berlocq el equipo argentino logró la hazaña: venció a Francia y pasó a las semifinales de la Copa Davis.
Si el panorama era complicado antes de empezar la serie, se aclaró un poquito más luego del triunfo del sábado por parte de la dupla argentina comandada por David Nalbandian y Zeballos, quienes vencieron a Benneteau y Llodra por 3/6, 7/6, 7/5 y 6/3. Con un buen nivel y un gran carácter se mantuvieron siempre en partido ante una dupla superior. Con el punto clave de la serie a su favor, el equipo local se puso 2-1 de cara a los encuentros del domingo.
El sábado empezó mal para la Argentina: “Pico” Mónaco, sobresaliente en su victoria ante Simón para darle el primer punto al local, perdió en apenas 1 hora y 43 minutos ante Tsonga por 6/3, 6/3 y 6/0. A pesar de intentarlo y no bajar los brazos, el argentino no estuvo ni cerca, al juego de Tsonga claro y preciso; el n°8 del mundo no tuvo mayores inconvenientes para poner el 2-2.
Las cosas volvían a su lugar; el equipo francés era el favorito para quedarse con la serie y el último punto quedaba en manos de Gilles Simon (n°13) ante un Carlos Berlocq (n°71) que, a pesar de su esfuerzo, venía de perder en cinco sets con Tsonga.
En un partido con muchas idas y vueltas, numerosos quiebres y recuperaciones; el argentino consiguió un éxito memorable e inesperado, por 6/4, 5/7, 6/4 y 6/4. Fueron casi 4 horas de partido en el Parque Roca que sellaron la suerte de ambos. Tras 5 match point que no pudo capitalizar, Simón falló y “Charly” se llevó el partido; y las tribunas y el campo de juego se desbordaron de alegría. “Es el partido más importante de mi vida”, declaró Berlocq luego de revolcarse en el polvo de ladrillo, entre gritos, risas y llanto.
Hay tiempo para festejar. Recién a mediados de septiembre, en Praga, la Argentina se medirá con República Checa por las semifinales en busca de romper, una vez más, todos los pronósticos.