El 29 de Marzo pasado, la Argentina presentó ante el juez Griesa una nueva propuesta de reapertura del canje para con los “fondos buitres”. En la Corte de Apelaciones de Nueva York se juegan los 1.300 millones de dólares que reclaman los fondos que no aceptaron entrar en los canjes de deuda del 2005 y del 2010.

De la declaración que decía “Argentina no va a cambiar de posición: no le vamos a pagar un solo dólar a los fondos buitre. No hay nada que negociar con ellos”, del Ministro de Economía Héctor Lorenzino (31/10/2012); de lo enunciado por  la Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner el 12/11/2012 en un acto en Villa Constitución donde rechazó de plano la posibilidad de reabrir el canje de deuda para negociar con los “fondos buitres”, advirtiendo que su gestión “no cederá dinero a costa del hambre y la exclusión de millones de argentinos”; pasaron sólo cinco meses.

El 29 de Marzo pasado, la Argentina presentó ante el juez Griesa una nueva propuesta de reapertura del canje para con los “fondos buitres” que incluye la emisión de bonos Par, Discount, cupones atados al PBI y pago de intereses vencidos desde el 2003 hasta la fecha. Se trata de una oferta que, según los abogados del estudio que representa al gobierno argentino (Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton), implica términos de pagos equiparables a los de los tenedores de bonos que accedieron al canje de deuda del 2010; lo que cumpliría  con “la cláusula de pari passu (tratamiento igualitario a los acreedores), los principios de equidad y de capacidad de pago del país”

Los bono Par serán para los minoristas (pequeños acreedores de hasta 50.000 dólares) y tendrán vencimiento en 2038, con una tasa que va desde el 2,5% hasta el 5,25% anual. Estos pequeños acreedores cobrarán los intereses vencidos (desde el 31 Diciembre del 2003 hasta que de el fallo de la Corte) en efectivo.

Por su parte, los grandes acreedores, cobrarían el bono Discount con vencimiento en el 2033. Si bien tendrán una quita de capital, estos bonos tendrán un interés mucho más alto que el de los bonos Par, de aproximadamente el 8.28% anual. Los intereses vencidos no los cobrarán en efectivo, sino que recibirán un bono Global 17.

Tanto los pequeños como los grandes acreedores recibirán cupones atados al crecimiento del PBI argentino, que se activará si el país crece a futuro más del 3% (sea hasta el 2035 o hasta alcanzar un cupo previsto).

Asimismo, la propuesta incluye el compromiso de la Argentina de enviar un proyecto de ley al Parlamento para suspender la aplicación de la “Ley Cerrojo”, que en la actualidad impide al poder Ejecutivo reabrir el canje de deuda, una vez que el fallo de la Corte sea favorable. A fines de Octubre del 2012, Lorenzino decía sobre dicha ley: “Fue darle a los acreedores una demostración como país, fue darle un mensaje al mundo de que la propuesta del 2005 -y luego en el 2010- era la que se iba a hacer, y era la última”.

Tras la propuesta del gobierno argentino, la Corte de Apelaciones del Distrito Sur de Nueva York ultimó a los denominados “fondos buitres” a que contesten antes del 22 de abril sobre la aceptación o el rechazo de la oferta. El texto de la corte sostiene que “los demandantes deberían girar una respuesta a la propuesta de pago remitida por la República Argentina el 29 de marzo de 2013, antes del 22 de abril”.

Antes de cumplirse el plazo, los “fondos buitres” deberán aceptar la propuesta o, si la rechazan, argumentar el por qué no consideran que es un “trato igualitario” respecto del 93% de los acreedores que ingresaron en los canjes de deuda anteriores. “Al dar la Corte traslado (a los buitres sobre el pronunciamiento de la oferta) el Tribunal quiere conocer por qué una oferta como la de Argentina no debería ser aceptada”, indicaron funcionarios del gobierno argentino.

La resolución de lo que algunos llaman “el juicio del siglo”, suscita un enorme interés no sólo en la Argentina, sino también en Estados Unidos, Francia y otras potencias mundiales; debido a las consecuencias negativas que podría desencadenar un fallo favorable a los buitres y el dejar a la Argentina, consecuentemente, en un default técnico. Si sucediera esto, las futuras reestructuraciones de deuda de cualquier país correrían serios riesgos de no ser aceptadas, sentando el caso argentino un precedente en el que conviene rechazarlas y recurrir a la corte.

En este contexto, fue rechazado en el día de hoy  por la Suprema Corte francesa un pedido de embargo de tres activos argentinos en dicho país por parte del fondo buitre NML; el mismo fondo que encabeza el juicio en el tribunal de Nueva York junto con Aurelius y que mantuvo retenida en Ghana a la Fragata “Libertad”. Cómo señala el economista Alejandro Bercovich en el diario BAE, el interés de países como Francia y Estados Unidos ”en obturar la posibilidad de un fallo favorable a los buitres no responde a un apoyo político al Gobierno sino a un reflejo defensivo de sus plazas financieras”.

En definitiva, y ante la espera de la respuesta de los “fondos buitres”, la Corte de Apelaciones de Nueva York probablemente se tomará un buen tiempo para comunicar su decisión y veredicto final.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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