La Presidente Cristina Fernández de Kirchner es la primera mandataria que se reunió con el nuevo Papa. Mantuvieron el último almuerzo antes de la asunción oficial en la casa Santa Marta. La próxima reunión será con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Al término del encuentro Cristina Kircher informó a la prensa que había solicitado la adhesión de Francisco para lograr el diálogo en la cuestión Malvinas. Lo encontró seguro tarnquilo y en paz, aunque ocupado y preocupado por la tarea encomendada al estar al frente de la Iglesia Católica y del Estado del Vaticano. Si bien dio que el nuevo Papa sabía todo lo que debía cambiar en esta institución salió impactada del encuentro al escuchar las palabras “Patria grande” en boca de un Papa.
La presidenta le regaló un equipo de mate, del Plan Argentina Trabaja, un poncho, una rosa blanca “en representación de Santa Teresita”, un termo y yerbera. Jorge Bergogio le entregó una mayólica de la Plaza San Pedro y algunos libros, entre ellos, un documento del Consejo Episcopal Latinoamericano.
En cuanto a los protocolos, la mandataria mantuvo el luto, que viste desde el fallecimiento del ex presidente, y solo tuvo un detalle blanco con un collar de perlas.
Mañana se llevara a cabo la misa de apertura del vaticano de Francisco, a la que también concurrirá Cristina Kirchner, junto a otros 150 jefes de Estado.