Este fin de semana dos embarazadas fueron asesinadas por sus parejas. En el primer semestre de 2012 murieron 119 mujeres. Cada 48 horas se comete un femicidio en Argentina.
En uno de los casos, en la ciudad de Vera provincia de Santa Fe, un suboficial penitenciario de 40 años reveló que mató a su pareja Andrea Ortiz de 32 años embarazada de 7 meses con un punzón de 27 puñaladas en distintas partes del cuerpo. El agente se encuentra detenido. A cargo del caso se encuentra la comisaría primera y de la Brigada de Homicidios de la Unidad Regional X, con intervención de la justicia Penal en Feria de Vera.
El otro suceso, en Villa Mercedes, San Luis, el día sábado la joven Rocío Bordoña de 18 años recibió un disparo en la cabeza a punto de dar a luz por su pareja de 22. Al momento del crimen se disparó quitándose la vida. Se caratuló el hecho como “homicidio seguido de suicidio”. Testigos comparten que la víctima había sido maltratada y amenazada de muerte en otras oportunidades, lo cual tendría sus denuncias correspondientes ante la policía de Villa Mercedes.
En ambos casos los bebés no sobrevivieron.
Otro hecho se sumó en estos días en localidad bonaerense de Ingeniero Budge, María Soledad de 17 años permanece en grave estado en el Hospital del Quemado. La adolescente quemada por su novio de 26 años, quien en medio de una discusión le arrojó alcohol y le prendió fuego provocándole quemaduras en un 50 por ciento de su cuerpo particularmente en la parte superior.
Un informe sobre la violencia femenina en 12 países de América Latina y el Caribe mostró que entre 17 y 53 % de las entrevistadas destacaron haber padecido abuso físico o sexual por sus parejas. Según la organización Panamerica de la Salud /Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), en cooperación con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), señala que en siete de esos paises, la proporción es de más de 1 por cada 4.
En nuestro país miles de mujeres son abusadas, y golpeadas. Las estadísticas nacionales son estimativas, no siempre se realizan las denuncias pertinentes. Estos brutales actos encierran violencia sicológica y verbal entre agravios, amenazas y asesinatos. Sedebe erradicar la violencia que atenta contra la integridad físico, moral y psíquica a través de la promoción de los derechos de la mujer y por sobre todo el derecho a la vida.