Luego de conocerse la noticia de la muerte de Winner, el último oso polar del zoológico de Buenos Aires volvió a trascender las condiciones de alojamiento del animal y la falta de mantenimiento del predio, según un informe de la Auditoría General de la ciudad de Buenos Aires que data del año 2009.
En el informe de la Auditoria General, se detalla que el lugar donde habitan los osos tenían deterioros y patologías constructivas de diversa índole, además de que las piletas no estaban lo suficientemente refrigeradas.
La auditora Paula Oliveto Lago declaró que, “todas las autoridades políticas de la Ciudad, tanto legislativas como ejecutivas, tuvieron conocimiento” de la situación como así también de las condiciones de vida de las aves y de su seguimiento, ya que al no estar inventariadas, era imposible tener un seguimiento de su mortalidad.
El informe que fue confeccionado conjuntamente con médicos veterinarios, ya preveía que un oso polar no podría vivir en las condiciones que lo hacía, además de mencionar el mal mantenimiento del zoo en materia arqueológica y sanitaria.
Lamentablemente, desde que se presentó el informe a la fecha, la empresa Jardín Zoológico que tiene la licitación del predio desde 1991, desoyó el informe al no realizar las mejoras indicadas en el mismo.