El Palacio Presidencial de Egipto amaneció blindado luego de los violentos enfrentamientos que ocasionaron los oficialistas y opositores dejando el saldo de 6 personas muertas. La ONU y países europeos se manifestaron preocupados por la situación en ese país.
Preocupa la crisis que vive Egipto, donde los enfrentamientos entre islamistas y laicos opositores que anteanoche causaron la muerte de seis personas, llevaron al presidente, Mohamed Mursi, a realizar una reunión de urgencia con su gabinete y mandos del Ejército para devolver la estabilidad al país.
Se registraron seis víctimas, entre ellos un periodista del Diario Al Fagr que se encuentra en estado de muerte clínica por disparo en la cabeza y al menos 350 personas resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad, aseguró Mohamed Sultan, director del servicio gubernamental de ambulancias.
Al parecer la tensión entre las distintas fuerzas egipcias fue en aumento desde que el mandatario blindara sus poderes ante la Justicia hace dos semanas y convocara recientemente un referendo sobre la nueva Constitución para el próximo día 15.
Tras estos incidentes efectivos del ejército a y de la Seguridad Central con ocho tanques rodearon las inmediaciones del palacio presidencial y diez vehículos blindados en las calles cercanas.
El portavoz de la presidencia, Yaser Ali, explicó que durante la reunión estudiaron el último estallido de violencia y la forma de abordar la situación desde el punto de vista de la seguridad, político y legal para conseguir la estabilidad.
Ante la grave crisis, la radio estatal anunció que Mursi pronunciaría un discurso dirigido a la nación, aunque no precisó la hora.