Lo anuncio del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, que a partir del 1 de enero se hará cargo de la administración y explotación del servicio de subterráneos.

Por el momento no se piensa aumentar la tarifa pero si lo harán a largo plazo y en forma escalonada para evitar un impacto al bolsillo y “fuga” de pasajeros a colectivos. Se tratara de coordinar aumentos en los  boletos de trenes y ómnibus. La idea serviría para financiar el servicio y la compra de 370 vagones que seria el equivalente a la mitad de la flota actual. Por eso, además de un posible retoque a la tarifa, están preparando un paquete de subas de impuestos y recortes de gastos para financiar la prestación del servicio.

Respecto de los plazos, aún no hay precisiones y se estima que eso no ocurrirá al menos en los próximos dos meses. Ayer, la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, indicó que no habrá suba de tarifas “en el corto plazo”.

La semana que viene, la Ciudad enviará a la Legislatura un proyecto para definir la forma de financiamiento de la red: impulsarían un impuesto a la venta de combustibles, subas en las patentes y posiblemente los peajes.

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