El programa Pro Huerta ha sido incluido en el Plan de Seguridad Alimentaria, en el año 2003 y se desarrolla con fondos del ministerio y el aporte técnico de profesionales del INTA, que trabajan en todo el país. De acuerdo a las cifras oficiales ya son más 600 mil huertas y 130 mil granjas, que involucran a más de tres millones de personas.
En el stand de Pro Huerta ubicado dentro del predio de Tecnópolis, Daniel Lépore, técnico del Centro Demostrativo de Las Tunas, del partido de Tigre explica como la gente puede hace su propia huerta además de entregar las semillas, o los plantines, según el cultivo que elijan y enseñan técnicas de reproducción para que luego ellos hagan lo mismo y los cedan para que el predio siempre tenga plantines para seguir con la cadena.
Otra de las cosas que se aprende es el composta, un producto que se obtienen a través del trabajo de las lombrices californianas, que se alimentan de vegetales y residuos orgánicos y luego los eliminan creando un compuesto de inmejorable valor fertilizante.
Según comenta Lépore, este compuesto es el mejor abono, la elite de todos
Pro Huerta es un programa para todos, incluso para aquellos que tienen espacios reducidos o viven en departamentos. No importa el espacio disponible, todos pueden tener una huerta propia.
El programa además de esto, suma a los chicos, y ofrece cursos de capacitación para la elaboración de productos en base a las verduras, frutas y hortalizas, de tal modo que la gente pueda agregarle valor a lo que cultiva.
Nicolás Lapatik, otro de los técnicos que se encuentran en el stand de Pro Huerta en Tecnópolis que creó lo que él llama “el amigo huertero” que es quien por tener más experiencia puede acompañar al nuevo, apuntalándolo para que siga con el desarrollo de su huerta y armar la cadena para que todos nos animemos a sumarnos al proyecto