El contrato de Julio César Falcioni con Boca se finaliza en diciembre de este año cumpliendo de este modo su segunda temporada en el club. Pero hasta el momento no se sabe cual será su futuro del club.
Algunos se atrevieron a nombrar a Guillermo Barros Schelotto como una posible continuidad. Más allá de que la relación entre el técnico con sus jugadores como con los hinchas está “desgastada” y “rota”, respectivamente, la realidad es que los dirigentes tampoco están decididos de renovarle el contrato. No sólo ya no gusta la forma en la que juega el equipo, sino que también molestan varias actitudes del entrenador, que a través de su representante se encarga de “presionar” para sellar el acuerdo para el 2013.
Así es como los dirigentes del club ya no quieren que el permanezca y se encargan de manifestarlo públicamente.”Los tiempos lo manejamos nosotros”, confesó el presidente Daniel Angelici; mientras que Juan Carlos Crespi, uno de los vicepresidentes, también puso un manto de dudas: “A lo mejor Falcioni sale campeón y aún así no le renovamos el contrato”.
Por eso la idea de los dirigentes de “peso” es esperar a ver sucede en el campeonato. Es decir, si Boca sale campeón se verán obligados a renovarle el contrato; aunque si no lo consigue tendrán la “excusa perfecta” para decidir ponerle fin a la relación.
Una de las opiniones que mas pesa es la idea de Angelici, si es que no continúa Falcioni, es apuntar a Guillermo Barros Schelotto, hoy en Lanús. El contrato del “Mellizo” con el “Granate” es hasta junio de 2013 y el DT ya hizo saber que no forzará su salida. Con lo cual se espera que haya un acuerdo entre los dirigentes de ambos clubes y que Boca pueda remediar económicamente a Lanús.
A su vez, el representante de Falcioni, Sergio Greco, llamó en reiteradas oportunidades a los dirigentes para “pedirles” una reunión para llegar a un acuerdo en la renovación del vínculo. Sin embargo, los directivos se lo negaron.
Sin duda Falcioni está cuestionado desde todos los ámbitos, pero aun asi quiere renovar su contrato algo que a simple vista parece estar lejos de concretarse.