El reconocido escritor y filósofo italiano, experto en semiótica Italiano Umberto Eco escribió acerca de la televisión, como una herramienta para acceder a la notoriedad pero aclaro que no por las virtudes, buen trabajo y valores de una persona, sino por sus escándalos e infidelidades, y todo lo que sea necesario para figurar.
Claro esta que todos buscan tener una buena reputación. Desde hace un tiempo, sin embargo, el énfasis en la reputación ha cedido su lugar a un énfasis en la notoriedad.
Entre otras cosas, el escritor recalco: “Lo que importa es ser “reconocido” por los compañeros -no reconocido en el sentido de estima o de premios, sino en el sentido más banal de que, cuando uno es visto en la calle, pueden decir “¡Miren, es él!”. La clave radica en ser visto por mucha gente, y la mejor forma de hacer eso es aparecer en televisión. También agrego: “No es necesario ser un ganador del Premio Nobel o un primer ministro; todo lo que uno tiene que hacer es confesar en un programa de TV que su pareja lo ha traicionado”
En la extensa nota de la revista Italiana L’Espresso, donde es columnista de opinión, Eco dejo en claro que no es que en la actualidad la gente no quiera una buena reputación, sino que es bastante difícil adquirirla; una persona tendría que realizar un acto de heroísmo, ganar algún premio literario importante o dedicar toda su vida a cuidar leprosos.
Concluyó reflexionando que este deseo frenético de ser visto y de obtener notoriedad al precio que sea, incluso si significa hacer algo que antes era considerado vergonzoso, ¿brota de la pérdida de la vergüenza o es lo opuesto? ¿Se ha perdido nuestro sentido de la vergüenza porque actualmente es más importante ser visto, aunque eso signifique caer en desgracia?
Es tanto el valor que se da a ser visto, y en convertirse en tema de conversación, que la gente está dispuesta a abandonar sin temores lo que antes era llamado decencia (no digamos ya la protección de la propia privacidad).
Copyright Umberto Eco / L’Espresso, 2012.